Llega el movimiento, en su inestabilidad de espejo, a romper en tí, explosión oscura, la imagen que te denuncia y, sin control, tus sentidos dispersa. ¿Qué buscas? Cuando sólo el estar, te absorbe y el equilibrio anula en su delgadez preguntas y respuestas la mirada se invierte y eres calma sola. Lo cercano y lo lejano juntos en tí, sin que tú lo veas se confunden en el saber estar, mientras muy adentro y solo, únicamente te observa un espejo. Magnitud envuelta en distancia y naturaleza. Nada se busca, ni siquiera en un espejo. (creo que también es de Miguel Galanes)