Dice la mitología griega que el gran dios Zeus se encaprichó con la ninfa Callisto de la diosa Diana, de la cual se disfrazó Zeus para acercarse a la ninfa hasta conseguir hacer el amor con ella. Como Callisto quedó embarazada y Diana se dio cuenta de lo acontecido cuando tomaba un baño con todas sus ninfas, la apartó de sí. Hera, la esposa de Zeus escuchó que Callisto había parido a su hijo Arkas, por lo que en un ataque de celos, la convirtió en un oso. Años después, Arkas encontró un oso al que, por miedo, intentó matar. Zeus, sabiendo que se trataba de madre e hijo, los tomó y colocó entre las estrellas como dos...