Aunque empiece por el final del viaje tengo mucho que contar pero quizás esta mirada retrospectiva me ayude a ver con mas detalle aquellos aspectos que han pasado delante mío de forma inadvertida debido a la rapidez que adquiere en este tipo de viajes la cotidianidad de las vivencias, vamos, dicho en palabras menos rimbonbantes la sensación de estar viviendo allí un mes cuando llevas 2 días.
Así, empezaré contando mis últimos momentos en este pequeño país en el que también se puede hacer algo de turismo, pese a todo tipo de creencias. Y aceptando la proposición de Amparo nos fuimos (eso sí después de estar buscando taxi unas 3 horas) al pueblo de Taberma, conocido por la arquitectura de las casas para defenderse de los ataques de otras poblaciones con religión diferente pues la suya es la animista y de ahí los distintos fetiches que configuran la decoración de las casas y su distribución, aunque una de las versiones mas difundidas al respecto de este tipo de arquitectura como mecanismo de defensa es la de que debían defenderse de la colonización francesa y alemana. Este valle se le conoce como Koutammakou o Taberma que es el grupo étnico que lo habita y que significa "buenos constructores". Se encuentra en el norte de Togo y parte de Benin.
La verdad es que resultó ser mas turístico de lo que nos habían dicho
. Ahora hay que pagar entrada (1500FCFA por persona) y guía (4500FCFA para todo el grupo). El guía nos explicó muy bien el significado de los fetiches: el montículo con los ojos mirando a la puerta de la casa como protección. Otro con conchas mirando al norte e indicando la dirección de la caza. Unos palos al lado de la puerta que sólo se colocan en determinados periodos del año que se utilizan durante el rito en el que los niños se convierten en hombres y las niñas en mujeres.
Las casas también se llaman "tatas" y tienen un vestíbulo con un espacio para el gallinero y un "agujero negro" que utilizaban para esconderse del enemigo cuando éste entraba en la casa, pues anteriormente intentaban matarlos tirando flechas a través de unos agujeros en las paredes de la casa (con una gran puntería viendo el tamaño de los mismos!)
También tienen una planta que a mi me recierda al aloe vera por el grosor de la hoja pero por su forma parece una coliflor y que se utiliza para proveer a la mujer de fertilidad. Ya en la primera planta está la cocina y en la parte de arriba las habitaciones tanto de invitados (actualmente se puede dormir alli si alguien se anima) como la de matrimonio y la de los niñ@s aunque desde fuera sólo se vea un agujero pegado al suelo. Además se encuentra el granero con un palo-escalera para subir y dentro muy bien dividido para los distintos cereales (mijo, maíz, sorgo...).
Cuentan con gran cantidad de cabras, ah! y eso sí si les quereis hacer fotos a ell@s, siempre te piden dinero.
Al final de la visita te llevan a una tienda para comprar souvenirs como los 3 monos sabios, batiks, instrumentos de caza y musicales, etc. Ahora se construyen "hoteles" asemejándose a estas casas pero en plan moderno.
PD Al final podeis ver fotos de mi vuelta a Lomé y mi llegada a casa, mas que nada porque están cargadas en el mismo album c´est la vie!
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