Como sabéis, los astrofísicos están como locos buscando un signo elemental que ofrezca la posibilidad de descubrir vida consciente en el universo. Y resulta que aquí, en este planetilla del sistema solar tenemos a 7000 millones de personas olvidadamente conscientes (habrá que mirar con lupa porque la duda planea sombreando nuestra reflexión al escuchar los disparates de algunas "personas") deseando saber para qué se nace a la vida. Menuda paradoja.
Como siempre, buscamos fuera lo que está dentro. Buscamos fuera de nuestro ser lo que está dentro. Buscamos la añorada felicidad en el exterior y resulta que ésta no es más que la diminuta percepción de un instante serenamente vivido. Buscamos la separación y la individuación, cuando resulta que esos mismos científicos ya saben que todo está unido en una perfecta maraña de conjeturas...
R.B.
Comentarios