COMORAS
Islas de la luna y del perfume
El archipiélago se encuentra en el Oceáno Índico, a medio camino entre Mozambique y Madagascar. Sus primeros pobladores fueron bantúes provenientes del continente africano a los que se sumaron árabes, persas y malgaches. Luego llegaron asiáticos y colonizadores franceses. Y en medio, piratas de los siete mares. Todo ello ha derivado en un fascinante mestizaje social y cultural.
El nombre de Comoras (o Comores) proviene del árabe qamar (“luna”), de ahí que muchos navegantes las llamaran islas de la luna. Pero también son conocidas como islas del perfume porque surten de esencias para las fragancias de medio mundo: ylang-ylang, vainilla, cardamomo, basilisco, jazmín o clavo de olor.
Las cuatro islas principales no suman más de 2.000 km2 y sus habitantes no llegan al millón. Ofrecen una naturaleza salvaje, sin artificios turísticos, y una hospitalidad muy grata. Playas vírgenes de arena blanca, selva tropical, volcanes en activo y parques naturales con especies en extinción. Un destino apasionante, tan bello como desconocido.
Islas de la luna y del perfume
El archipiélago se encuentra en el Oceáno Índico, a medio camino entre Mozambique y Madagascar. Sus primeros pobladores fueron bantúes provenientes del continente africano a los que se sumaron árabes, persas y malgaches. Luego llegaron asiáticos y colonizadores franceses. Y en medio, piratas de los siete mares. Todo ello ha derivado en un fascinante mestizaje social y cultural.
El nombre de Comoras (o Comores) proviene del árabe qamar (“luna”), de ahí que muchos navegantes las llamaran islas de la luna. Pero también son conocidas como islas del perfume porque surten de esencias para las fragancias de medio mundo: ylang-ylang, vainilla, cardamomo, basilisco, jazmín o clavo de olor.
Las cuatro islas principales no suman más de 2.000 km2 y sus habitantes no llegan al millón. Ofrecen una naturaleza salvaje, sin artificios turísticos, y una hospitalidad muy grata. Playas vírgenes de arena blanca, selva tropical, volcanes en activo y parques naturales con especies en extinción. Un destino apasionante, tan bello como desconocido.
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