A veces, nos encontramos con prendas de ropa ligadas a pequeñas piezas de metal, hueso, nácar u otra materia, tal y como indica la definición de la Real Academia Española, que nos sirven para que chaquetas, camisas, pantalones, jerséis, abrigos o cazadoras queden aseguradas en nuestro cuerpo cubriendo cualquier parte del mismo. Predominan las de forma circular aunque sin excluir las triangulares, ovaladas y cúbicas, entre otras. No es habitual encontrarlas en un par de calcetines, pero nada es descartable, y menos cuando se trata de modas. Van cosidas o pegadas, y se trata de unirlas a otra parte de la prenda como si hubiese encontrado a su media naranja. Dícese a esta media naranja, en numerosas ocasiones, ojal. Ahora sí, sin más preámbulos diremos que este objeto se llama botón, y la acción de asegurar, por ejemplo, la bata guateada de la señora Teresa que vive en el quinto C, abrochar. Todos nacemos con total ignorancia sobre esta acción. Así, su aprendizaje...